Sobre la obra de Ernesto Flores


Un solo cuadro de Ernesto Flores te traslada a otros mundos.
Las figuras, las formas, los colores, los claros y oscuros, las texturas, el contenido, las composiciones, lo invisible de lo cotidiano, lo universal de lo humano, lo esencial de las culturas que emana en sus lienzos nos hace pararnos, abstraernos de los sonidos estridentes de la ciudad, aislarnos de cualquier tipo de distracción y enfocar los sentidos a lo que este artista nos ofrece. 
Sus obras son sueños cambiantes que nos llevan y nos traen a través de sus elementos hacia la totalidad, conduciéndonos la mirada a encuentros visuales dinámicos. Lienzos alegóricos en los que descubre toda serie de criaturas, encontrando un mundo en el que se conjuga el aquí y el más allá. Su sello personal e inconfundible invita a redescubrir su mundo, nuestro universo. Muestra la grandeza del ser humano del que la belleza puede surgir también de lo obscuro, de lo desconocido de nosotros mismos, de manera sutil sin maquillar lo que ahí existe.
Ernesto Flores no es un artista improvisado ni presuntuoso, es un hombre silencioso que trabaja sin descanso para dejar hablar con elocuencia a los pinceles y el color. Sus atinadas composiciones, su dibujo y técnica impecables, demuestran la rigurosa preparación del pintor, su profunda sensibilidad denota la calidad humana del artista. Figuraciones en color, en blanco y negro, contemporáneas y remotas, que te hacen plantear lo transcendental y lo trivial, con gran ingenio y maestría. Hábito propio de unos pocos que nos obsequian con sus obsesiones, con verdaderas creaciones. Un referente de verdadera grandeza a lo largo de su trayectoria.
Es sorprendente el resultado que este artista consigue, realiza serigrafías tan conseguidas que parecen grabados, esculturas que parecen animadas, bocetos que son obras acabadas. Emplea técnicas tradicionales como pintura, grabado, esgrafiado, serigrafía, escultura, mural,… con una espectacular creatividad para ofrecernos un espacio irreal y mágico. Uno de los elementos significativos en su obra es el papel amate como soporte de sus pinturas. Es fácil percibir como Flores juega con el propio dibujo que la fibra de esta corteza le ofrece. (El amate lo utilizaban para elaborar las crónicas precolombinas en Latinoamérica, los códices prehispánicos). También ha experimentado otras fibras, la de coco, con magníficos resultados.  
A partir de su convivencia con el pueblo Huichol, tras el intercambio de rituales cotidianos y mágicos y otras experiencias, nos descubre ese mundo paralelo mediante sus perspicaces pinceladas a lo largo de su obra. Por otro lado, Europa le ha ofrecido otro contexto, en el cual ha mantenido y no ha perdido su estilo figurativo y su esencia, sin embargo su obra ha evolucionado y muestra nuevas experiencias y vivencias que ha adquirido.  Ya conoció la cultura prehispánica y ahora está percibiendo la otra parte de su mestizaje. Tiene una mezcla de las culturas y el arte de allí y de acá, facilitando así la lectura en un contexto multicultural, multidimensional y multitemporal.
Tan sólo nos queda disfrutar de lo que este curtido y hábil maestro nos ofrece también mediante su cosmología. Imágenes con poder para provocar los sentidos, la sensibilidad de proyectar la imaginación.
“Parece ser que los dioses nos lo enviaron para constatar lo que ellos realizaron”.
Compilación de diversas citas sobre Ernesto Flores.
Margarita Rodríguez